WARKINGS – Revenge (ALBUM REVIEW)

Por Marlen Proenza

Todos tenemos un género, un estilo, un gusto particular que llegó a nosotros en algún momento de nuestras vidas, y, lejos de irse, creció en nosotros. Es casi inherente al gusto musical, nos ha pasado a todos y todas. Desde luego, esto no implica que no escuchemos otras cosas, incluso que podamos volvernos fanáticos extremos de artistas que nada tienen que ver con tal estilo, pero, como se dice popularmente, “una tiene su corazoncito”.

El mío es el Power Metal, que llegó en mi más temprana adolescencia, de la mano de Rhapsody, y jamás me ha abandonado (y sé que nunca lo hará), y toda esta introducción viene a cuento de lo siguiente: tal vez todos o la mayoría de nosotros recordamos cómo llegó el género de nuestros amores a nuestros oídos, pero es raro recordar cómo creció, como aumentó nuestro conocimiento al respecto, como fue que nos re-enamoramos de él cada tanto. 

Pues este enamoramiento acaba de volver a mí, hace pocos días, mientras escuchaba Revenge, segundo álbum oficial de Warkings, que acaba de editarse a través de Napalm Records.  Y créanme, que se requiere muchísimo para conquistarle el corazón y los oídos a alguien que pasa gran parte del día, todos sus días, escuchando power metal, pero esta maravilla sin desperdicios lo logra con comodidad.

Lo más sorprendente es que ni siquiera se trata de un disco de Power Metal, sino que más bien es un album Heavy, con algunos estratégicos componentes Power. Aún así, esta obra rescata la esencia de ambos subgéneros (y de algunos más) en forma magistral.

El sucesor de Reborn (2018, Napalm Records) viene con mejoras en todos los aspectos; la primera a destacar a destacar: la calidad del sonido. Ya sabemos que en pleno 2020 no deberíamos resaltar esto, pero el caso lo amerita, por razones propias y ajenas a Warkings. Ajenas, porque aún en pleno siglo XXI recibimos materiales que no logran convencernos del todo, y, fundamentalmente, propias, porque Revenge es, en aspectos sonoros, brillante, espléndido. En calidad, en producción, es increíble que una banda de esta categoría suene ampliamente superior a artistas de mucho más renombre. 

La segunda mejora, respecto a su muy buen primer trabajo, es la ejecución en general. Si bien en todos los aspectos, Revenge presenta una continuidad con Reborn, a veces parece otra banda. La exquisitez de la instrumentación, las voces totalmente perfectas en cada track, muestran una superación pocas veces vista entre dos producciones tan cercanas en el tiempo.

Y la tercera (aquí está lo mejor de todo, la clave para entender por qué amamos este disco) : los aciertos de Warkings para generar la emoción o reacción esperada. Cuando comencé a escribir esta reseña, pensaba incluir que “Revenge es como estar viendo una película épica, a cada track le corresponde una suerte de videoclip mental en que el oyente puede ver la situación”, concluí al poco tiempo que esta afirmación quedaba corta en términos de la descripción de la experiencia: cada una de las buenas 10 canciones nuevas, y la ya conocida Sparta, incluida al final, generan en la audiencia la clara sensación de estar viviendo una batalla épica, o de estar preparándose para ella (o de querer hacerlo, como mínimo) Aquí, señores, está la esencia del arte, ni más, ni menos: la facilidad con que estos 11 tracks transportan la mente hacia la emoción que desean. No tengo la menor duda que este singular y tan poco común detalle convierte a Revenge en el mejor exponente de su género (y de varios más!) en lo que va del año. 

Desde su comienzo, se notan todas las características del álbum en Freedom, la primera canción. De estribillo pegadizo, con coros que apuntan mucho más a la intensidad emotiva que al destaque en lo vocal, estamos ante un Heavy Metal con mayúsculas, con enormes componentes del Power Metal. Además, cerca del final de la canción, incluye un solo de guitarra de esos que dejan casi sin aliento a cualquiera.

Maximus, el segundo track, repite la fórmula de Freedom, la de la obra intensa y emotiva. Con un sonido aún más heavy, y nuevamente la interpretación vocal destacándose en lo adecuado a la canción, y no hacia la extrema demostración de virtuosismo (que todos sabemos que Georg Neuhauser es muy capaz de hacer). Atención: esto no implica que sea un disco “simple” en destreza interpretativa, nada en este álbum es simple, todo está medido para generar el mayor impacto posible en el público.

El corte de difusión, Warriors, parece, como cada detalle, estratégicamente elegido como tal. De tratarse de una banda con un poco más de renombre (como Manowar o Primal Fear, por similitudes en estilo) ya estaría considerado un himno Power Metal (si, aquí nos acercamos más a ese sonido que al heavy metal), y estaría sonando entre banda y banda en todos los festivales post covid del mundo. Todos los componentes del himno del género tienen su lugar en esta canción: estribillo que no se puede dejar de repetir, riffs intensos, solos maravillosos y complejos, letra que hace que uno quiera salir de inmediato al campo de batalla, y una interpretación vocal descollante (nuevamente, esta vez, la mejor del album) No sé si los convencí de escuchar todo el disco, pero si reproducen el video a continuación, ya no necesitarán mis sugerencias.

El cuarto track, Fight In The Shades, gana en intensidad, en sonido Heavy Metal clásico, otra vez las voces son protagonistas fundamentales y, en cierto modo, preparan el camino a la magistral canción que le sucede.

Ninguna de las favorables expresiones realizadas hasta ahora es suficiente para Odin’s Sons, la mejor canción del álbum, la mejor canción de la carrera de Warkings, y la mejor canción de su género en lo que va de este duro 2020 (y confieso que, por ahora, no veo cómo un futuro lanzamiento podría superarla) No sé ni cómo empezar a describir esta maravilla, pero no puedo dejar afuera la exquisitez en las voces: tanto… como la casi tan bella como talentosa (y demasiado poco valorada) Melissa Bonny (a.k.a.”The Queen Of The Damned”) hacen un trabajo espléndido desde lo técnico y lo emotivo. Es interesante que, siendo tan brillantes, no se destaquen en la canción, y es que a una melodía super pegadiza se le suman las perfectas (reitero: perfectas, esa es la palabra adecuada) ejecuciones en cada uno de los instrumentos. Todo en Odin’s Sons está bien. El resultado final es que quien está escuchando quiera tomar su hacha y su escudo, y salir a pelear en nombre del Padre de Todo (de verdad, genera eso, por lo que sugerimos precauciones es aquellos que posean armas de estas características, recordándoles que estamos en tiempos de paz en Midgard)

Banners High es una suerte de balada que se agradece; hasta aquí la intensidad del álbum venía creciendo, hasta hacerse insuperable en Odin’s Sons, por lo que el respiro viene bien. Pero la calma dura poco, muy poco. Mirror Mirror, séptimo track, retoma el estilo de Freedom o Warriors, y la intensidad de Odin’s Sons, aunque más orientada hacia lo melódico. Otro de los brillantes solos de guitarra del disco se puede encontrar aquí.

La intro con sonidos con un estilo medio oriente de Azrael ya da la pauta de que esta canción será ligeramente diferente: un Heavy Metal, de estilo ochentoso, pero que, entre la letra, los coros y la interpretación ideal, tiene su lugar ideal en Revenge. He aquí otro punto alto del álbum (y no me refiero solamente a la canción, que es una de las mejores): es un trabajo a entenderse como una totalidad, y no como un conjunto de canciones; sin ser un disco conceptual, cada pieza en el disco está estratégicamente colocada para volverlo una unidad sonora indestructible. 

En las últimas dos canciones nuevas, Battle Of Marathon y Warking, regresa el sonido más familiarizado con el Power Metal. Ambas son canciones con características similares a Warriors; en el caso de Battle Of Marathon, tal vez un poco más compleja e intensa que el corte de difusión, y mientras que Warking, como Warriors, se acerca más a lo melódico y pegadizo.

Sorprendió la inclusión de Sparta, canción que integró Reborn, al final de este trabajo (a modo de Bonus Track). Probablemente el mejor exponente del álbum debut, esta canción también contó con la participación de Melissa Bonny en voces.  Por si no la conocen, se trata de una excelente pieza Heavy/Power, extremadamente pegadiza y con un sonido mejorado, tan mejorado como todo en la versión 2020 de Warkings.

Estamos, sin dudas, ante uno de los mejores discos del año (esto lo aclaramos al principio), y, por tratarse de una banda no tan popular a nivel mundial, podrían perdérselo. Desde Metal Addiction recomendamos fervientemente que no dejen pasar esta maravilla.

Género: Heavy/Power Metal
 Lanzamiento: 31-07-2020
Sello: Napalm Records

Calificación: 9.5/10

Gentileza: Napalm Records

Marlen Proenza