NAGLFAR – Cerecloth (ALBUM REVIEW)

NAGLFAR – Cerecloth (ALBUM REVIEW)

Por .:G_Radaghast B.P.

Para hacer este review tuve que prepararme más tiempo del usual para ponerme al día con la discografía de Naglfar, puesto que de ellos sólo había escuchado hace muchos años atrás sus primeros dos discos, “Sheol” y “Pariah”, de los que tuve una muy buena impresión pero que salieron de mi playlist luego de un tiempo. La verdad es que el sonido cultivado por ellos no destacaba de otras bandas como Marduk, Emperor, Dissection, etc. Sucede en todos los géneros musicales y el black metal melódico sueco no es la excepción: muchísimas bandas de excelente calidad (la educación musical en Suecia además de ser buenísima, es obligatoria en sus escuelas públicas desde los 5 años, deben aprender a tocar al menos un instrumento) pero que tienden a sonar igual.

En el caso de Naglfar, nos vienen azotando desde su natal Ümea desde 1992. Su primer disco “Vitra” fue lanzado en 1995, sucedido por los álbumes “Diabolical” (1998), “Sheol” (2003), “Pariah” (2005), “Harvest” (2007), “Téras” (2012) y el que nos convoca hoy. Los primeros discos fueron lanzados por Wrong Again Records, siendo licenciados y relanzados en el 2004 por Regain Records. Para el lanzamiento de “Sheol”, la banda firmó una alianza con la poderosa Century Media que sigue vigente al día de hoy. Naglfar fue fundada por Jens Rydén y Kristoffer Olivius, originalmente bajo el nombre de Uninterred. Actualmente el único miembro fundador que permanece al mando es Kristoffer, el vocalista. El status actual del grupo es de trío, con Andreas Nilsson en guitarra y Marcus E. Norman en guitarra, bajo y teclados. Mientras Andreas integra la banda desde 1993, Marcus acompaña a Kristoffer desde el 2000. Este último además se hizo cargo de la grabación y mezcla de este disco en los estudios “Wolf’s Lair Studio”, y masterizado por el experimentado y reputado músico y productor Dan Swanö en sus clásicos estudios Unisound. La batería fue grabada por Efraim Juntunen quien acompaña al trío como músico de sesión y en directo desde 2012. Por si no lo sabían, el nombre de Naglfar corresponde al infame (y también un tanto asqueroso) barco hecho enteramente de las uñas de las manos y pies de los muertos, que figura en la mitología nórdica.

Para colmo de haber trabajado con artistas de primera nivel, el cover art fue creado por otro capo de capos como Kristian “Necrolord” Wåhlin, quien además de haber creado portadas para casi todos los discos de Dissection, algunos de Bathory, Tiamat, Therion y un largo etcétera, fue miembro de bandas como Liers in Wait, Grotesque y tuvo su propia banda llamada Diabolique.

Escudriñemos el álbum: “Cerecloth” es un arranque de furioso melodic black metal de la mejor escuela noventera sueca, que nos retrotrae a la energía y velocidad de los primeros discos de la banda. Personalmente este inicio me recuerda mucho a la intensidad que demostraron en “Pariah”, con dos guitarras fusionándose a la perfección adquiriendo una el rol de llevar la melodía principal o “cantante”. Los blast beats no se dejan esperar y Kristoffer vocifera como si estos 8 años no hubiesen transcurrido. Suena bien pero se mantiene dentro de la ruta musical de la banda. “Horns” en cambio posee una cuota adicional de belleza en la melodía de la guitarra principal, bajando la bestialidad en su medida justa para apreciarla.

“Like Poison for the Soul” parte de manera interesante únicamente con bajo, batería y sintetizador de fondo, adquiriendo un ritmo más lento – pero nunca doom – y con un bello duelo de solos de guitarra por parte de Marcus y Andreas. Es interesante la propuesta de Naglfar cuando deja de abusar de los blast beats y dobles bombos, además esta canción es más larga de lo habitual, rondando los 7 minutos.

“Vortex of Negativity” nos engaña al principio con una intro lenta de guitarra pero que de golpe retoma los blastbeasts y la extrema urgencia. La melodía principal nuevamente es ganchera y resonará por mucho tiempo en tu cabeza. En la mitad baja las revoluciones retornando a los ritmos de medio tiempo. En “Cry of the Serafim”, Naglfar juega de nuevo esta vez arrancando a la inversa: primero ritmos lentos y cadenciosos que luego derivan en otro ataque frontal de brutalidad rítmica.

“The Dagger in Creation” es otra muestra pura de brutalidad en la mejor tradición de Naglfar: aquí no hay respiros, sólo un golpeteo bestial que sólo se ve domado por un genial solo de guitarra. “A Sanguine Tide Unleashed” sigue la misma línea, siendo ambos junto con el tema inicial los más monótonos del disco.

La sorpresa viene con “Necronaut” que arranca con un arpegio a lo más Paradise Lost, hasta que aparece el vozarrón de Kirstoffer; de hecho este tema adquiere una tonalidad y feeling muy doom/black que te embarga gratamente. Para mi desgracia no se desarrolla como canción quedando sólo como un interludio previo al tema final, “Last Breath of Yggdrasil”, el cual musicalmente es una suerte de resumen o compendio de toda la variedad estilística del opus, destilando variados ritmos, arreglos en teclados y un final de coros sintetizados.

No nos engañemos: no podemos exigirle a Naglfar un cambio radical en su sonido y propuesta tanto musical como lírica, nunca han sido sus objetivos, su razón de ser es justamente predicar los lineamientos del black metal melódico, no distraerse con flautas folk, mayor presencia de teclados atmosféricos o guitarras acústicas. En tal sentido es un logro para estos muchachos mantener su esencia después de un silencio discográfico de 8 años. No nos defraudaron. Sin embargo, el punto más bajo a mi parecer es el trabajo vocal de Kristoffer, el que no se condice con la versatilidad de lo demás instrumentos (quizás el bajo estaría en el mismo desempeño plano, pero ésto puede deberse también a un defecto en la mezcla final del álbum); su forma de “cantar” – que no canta, sólo grita o vocifera con cierto ritmo en ciertas líneas – es demasiado monótona lo que tiende a aburrir, siempre que no seas un devoto fan de este estilo. El álbum significa un retorno a su mejor época, la de “Vittra”, “Sheol” y “Pariah” pero atreviéndose a recorrer ritmos y estructuras un tanto más lentas como en “Téras”. No es un disco que revolucionará el estilo ni que dictará cátedra para la posteridad, pero si es un regreso más que digno. Excelente regreso a casa, Naglfar.

Género: Black Metal
Lanzamiento: 08-05-2020
Sello: Century Media

Calificación: 8 / 10

.:G_Radaghast B.P.
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